Filosofia
Soy la persona detrás de El Jardín de Adam. Lo que comenzó como una afición, creando pequeñas velitas para acompañar mis cactus, se transformó en un proyecto de vida. Con el tiempo descubrí que lo artesanal no solo podía ser un pasatiempo, sino también una forma de conectar conmigo misma y con los demás.
El primer mercado medieval al que asistí marcó un antes y un después: la gente se llevó todas mis piezas. Ese día entendí que las velas y la cerámica no eran solo objetos, sino mensajes de cariño y energía positiva que llegaban a quienes los recibían.
Hoy, cada creación que hago lleva algo de mí: delicadeza, cuidado y un profundo respeto por lo natural.
En El Jardín de Adam cada creación nace con un propósito: transmitir calma, armonía y autenticidad. No creemos en la producción en serie ni en piezas repetidas, sino en objetos que cuentan una historia propia. Cada vela y cada pieza de cerámica está elaborada a mano, con dedicación y delicadeza, lo que convierte a cada producto en una obra única y con alma.
Nuestro compromiso también es con la naturaleza y la sostenibilidad. Por eso trabajamos únicamente con materiales ecológicos como la cera de soja, los aceites esenciales naturales y la resina ecológica, libres de químicos y respetuosos con el medio ambiente. Todo este proceso se realiza con cariño y cuidado, porque nuestro objetivo no es solo crear un objeto bonito, sino una pieza capaz de transmitir energía positiva y acompañar los momentos especiales de quienes la reciben.
Me cuentas lo que necesitas: un detalle para tu hogar, un regalo especial o un pedido para un evento.
Elijo materiales, colores y aromas que encajen contigo y elaboro la pieza de forma artesanal.
Recibes tu pedido listo para llenar de luz y armonía cualquier espacio.
Preguntas frecuentes